Calificación urbanística en terreno rústico: con paciencia (mucha) y haciendo bien las cosas te la dan.

Desde luego con mucha, mucha paciencia y, a veces, con mucha desesperación, pero al final, se consigue.

Os vamos a meter un buen rollo en este artículo, aunque creemos que puede ser interesante para muchos.

Lo primero que hicimos a la hora de poder conseguir la calificación es informarnos BIEN de toda la documentación que se necesitaba presentar y de las características de nuestra finca a la hora de saber por que legislación nos teníamos que guiar. En cuanto a esto, nuestro municipio no dispone de normas subsidiarias para construcción en suelo rústico, por lo que todo el proceso debía estar dentro de lo dispuesto en la Ley de Suelo y Ordenación del Territorio de Extremadura (aunque haya normas subsidiarias, la mayoría creemos que se adaptan a esta ley, aunque puede haber ayuntamientos más o menos permisivos).

Una vez sabido esto nos dirigimos a nuestro Ayuntamiento y allí nos informaron que toda la documentación se enviaba a través de ellos por ventanilla única a la Consejería de Fomento y nos dieron una, muy vaga información (la mitad de la mitad de la mitad) de la documentación que se necesitaba presentar. Como la información nos pareció poco precisa, como ya he dicho, llamamos directamente a la Consejería para que nos dijeran todo lo que teníamos que enviar y este fue el listado:

• Anteproyecto de la casa firmado por el arquitecto correspondiente.
• Plano de situación y accesos.
• Superficie acreditada de la parcela o finca (certificado del catastro o ayuntamiento o fotocopia de las escrituras)
• Edificaciones actuales en la finca: Fecha de edificación.
• Plano de distancias a construcciones existentes más cercanas, linderos, caminos, etc.
• Plano de distancia a la población más cercana.
• Estudio de Impacto Ambiental.
• Informes favorables de Medio Ambiente, Patrimonio y Turismo (Antes de obtener estos informes hay que enviar la correspondiente documentación a cada uno de los organismos que los tiene que emitir, claro).
• Solicitud y aceptación por escrito por parte de la alcaldía del canon urbanístico.

Bueno, creo que no se nos olvida nada, ahora vamos a poner la documentación que enviamos a la D.G. de Turismo, a la de Medio Ambiente y a la de Patrimonio.

D.G. Turismo:

• Modelo 50 con el pago de la tasa correspondiente.
• Anteproyecto de construcción de la casa.
• Resumen de servicios generales del futuro establecimiento.
• Plano de situación y accesos.
• Plano de distancias a caminos, etc.
• Croquis de ajardinamiento.
• Dossier fotográfico de la zona.
• Copia del estudio de Impacto ambiental.
  

En Turismo lo que más miran a la hora de emitir el informe favorable, es que las dimensiones de la casa (habitaciones, salones, baños, etc.) estén de acuerdo con la legislación extremeña en cuanto a alojamiento rural (que se rige por el Decreto 87/2007, de 8 de mayo, de ordenación y clasificación del alojamiento turístico en el medio rural).

D. G. de Medio Ambiente.

• Estudio de Impacto Ambiental. (En los ayuntamientos suelen tener una hojita de 1 folio con un formato de estudio "abreviado" de impacto ambiental, ni os molestéis en rellenarlo, no sirve para nada, si lo hacéis y enviáis eso, os enviarán una carta pidiendo un estudio más amplio y habréis perdido unas semanitas de tiempo). ya pondremos en el siguiente artículo los apartados del Estudio de Impacto Ambiental que hicimos nosotros.
• Anteproyecto de construcción de la casa.
• Planos de distancias, ubicación y accesos.
• Planes de reforestación y restauración. En principio no enviamos estos planes, ya que era algo que no sabíamos (aunque si lo pone en la Ley del Suelo, pero se nos había pasado por alto). El plan de reforestación no suponía problema , ya comentamos en alguno de nuestros primeros artículos que somos técnicos forestales. Pero no teníamos ni idea de lo que querían decir con lo del plan de restauración, así que, como de costumbre, llamamos por teléfono para que nos lo explicaran, pues, ¡AL LORO!, yo me partía de risa cuando hablaba con la técnico por teléfono porque casi no me lo podía creer, ¡CONSISTÍA EN PONER QUE DEJARÍAS TODO EN EL MISMO ESTADO QUE TE LO HABÍAS ENCONTRADO ANTES DE COMENZAR NINGUNA ACTUACIÓN SOBRE EL TERRENO EN EL CASO DE QUE LA CONSTRUCCIÓN DEJARA DE USARSE PARA EL USO PARA EL QUE SE PEDÍA EL PERMISO!, es decir, TUVIMOS QUE HACER UNA ESPECIE DE INFORME CONTANDO QUE TIRARÍAMOS LA CASA, ENVIARÍAMOS LOS MATERIALES A TIENDAS DE DERRIBO, VOLVERÍAMOS A CONSTRUIR EL APRISCO DE PIEDRA EN RUINAS, ETC, ETC, ETC........ Bueno la verdad es que me parece muy bien que se haga algo con cosas que se dejan de usar y pueden causar impactos negativos en el medio ambiente (la propia Administración debería comenzar por aplicar esto con ella misma), pero me parecía increíble que me fueran a dar permiso para algo que iba a costar bastante dinero y que a la vez me estuvieran pidiendo que firmara un documento donde decía que me iba a gastar otro montón de dinero en tirarlo. Todos sabemos que esto es puro trámite, entre otras cosas porque nosotros nunca dejaremos de usarlo para lo que lo creamos, pero vamos, que si en algún momento dejamos de usarlo nosotros o nuestros descendientes, que venga alguien a decirnos que lo tiremos, ¡JA!, SEGURO, los estaremos esperando.
• Resumen de servicios generales del futuro establecimiento.

D.G. de Patrimonio.

• Anteproyecto de la casa.
• Planos de ubicación. Es lo más importante para ellos, ya que se trata de establecer que no hay yacimientos arqueológicos en la zona.

Bueno, pues todo esto nada más empezar, luego te vienen las consabidas cartas, a las no se cuantas semanas, pidiéndote de nuevo la documentación que ya has enviado (que te dan que pensar en que nadie se lee nada de lo que envías hasta que no se lo has enviado tres veces por lo menos). Nosotros tuvimos unas cuantas de estas:

1º.-Fomento, en julio (oseasé casi tres meses después de enviarlo por primera vez), nos envió una carta pidiéndonos TODO lo que ya habíamos enviado. Llamamos por teléfono y en ese momento, fue cuando abrieron el expediente y lo leyeron ¡POR PRIMERA VEZ!, YA QUE SEGÚN YO LE IBA CONTANDO LO QUE ME PEDÍAN EN LA CARTA Y DICIÉNDOLE QUE YA SE LO HABÍA ENVIADO, ÉL IBA DICIENDO, PUES.... SI , ESTO ESTÁ AQUÍ, y de paso llamaba a su compañera como para pedirle explicaciones, de verdad que esto parece subrealista y puede que no siempre sea así, pero a nosotros nos pasó.

2º.- Medio Ambiente en agosto nos pide los planes de restauración y reforestación. Bien, porque no los habíamos enviado. Como ya sabemos lo que pasa, se los enviamos a ellos y a fomento, pues bien, al mes nos llega una carta de fomento pidiéndonos los dichosos planes (directamente se habían perdido por el camino), así que hubo que volver a enviarlos.

3º.- Turismo nos envía una carta diciendo que una zona de la casa no se adecúa a lo que dice el decreto (totalmente subjetivo, de hecho ni siquiera dos técnicos opinaban lo mismo, uno decía que sí y otro que no, pero bueno, por si acaso hubo que hacer una pequeña reforma y volver a enviarlo).

4º Entre agosto y diciembre del año pasado recibimos los informes favorables de Medio Ambiente, Turismo y Patrimonio y se los enviamos Fomento.

5º.- En febrero llamamos a fomento y nos dicen que ya está en el departamento jurídico y que los técnicos ya han emitido su informe.

6º.- En mayo, al no tener noticias, nos vamos directamente a Mérida a hablar con el departamento jurídico y allí nos atiende primero una persona que ni siquiera tiene el expediente en la lista de los que tiene para resolver, se pone a buscarlo y lo encuentra en una estantería medio perdido. Para justificar un poco su incompetencia (y pensando que lo mismo estaba hablando con gente que no tenía ni idea), comienza a ponernos pegas según va leyendo sobre la marcha, de que si ya hay más construcciones en la finca, de que si no están legalizadas, (las construcciones estaban ya cuando nosotros las compramos), de que si lo ve muy negro...., bueno imagináos el "cabreo" que se nos iba subiendo al oír tanta tontería basada en no tener ni idea de lo que decía y en querer quedar por encima cuando todos sabíamos que había hecho mal su trabajo. Como vio que sabíamos de lo que hablábamos cunado la rebatíamos sus argumentos y que aquello se estaba subiendo de tono, nos dijo que lo único que podía hacer era que habláramos con su superior y que él nos explicaría (como pensando que eso nos iba a amilanar, LO LLEVABA CLARO, le dijimos que sí y eso fue lo que acabó de fastidiarla).

Por supuesto hablamos con él, que era uno de los técnicos que le había dado el visto bueno al proyecto, y no podía entender que nos hubieran puesto tantas pegas. Nos dijo que lo único que teníamos que hacer era legalizar las construcciones que había, lo que podíamos hacer a la vez que lo otro simplemente enviando unos planos de las mismas y solicitándolo y que creía que no habría más problemas. Eso hicimos y esta vez lo llevamos en persona a Mérida (justo cuando ya lo teníamos preparado nos llego la consabida carta pidiéndonos esa documentación) para que no se perdiera por el camino.

7º.- Y, como ya os hemos contado, por fin, hace una semanita, nos llegó la carta con la correspondiente calificación.

No queremos tampoco que quede la impresión, después de contar nuestra odisea, de que todos los funcionarios con los que topamos no hacían bien su trabajo, ¡por supuesto que no!, hemos de decir que la mayoría de los que nos atendieron nos informaron muy educadamente y con todo detalle de los trámites y con ganas de ayudarnos en nuestro proyecto. Lo peor es que como pasa en todo, siempre te acuerdas más de lo malo y reconocemos que eso no es justo para los demás, así que aquí queda esta aclaración y las gracias para todos aquellos que se preocupan por su trabajo y saben lo importante que puede resultar su ayuda para el ciudadano de a pie.

Como véis, cuesta, pero haciéndo las cosas bien, con tesón y, por supuesto, no dejando que ningun listillo/a se "te suba a la chepa", al final lo consigues. De todas maneras, no sería normal que, tal y como están las cosas, la Administración frenara proyectos de este tipo que contribuyen a favorecer el desarrollo rural, a completar la economía familiar y a que podamos quedarnos dónde queremos, ya que se supone que debe estar para todo lo contrario.